sábado, 19 de diciembre de 2015

Los dominios de Don Topo

               
         
   Un topo tenía toda una finca a su disposición, excavaba sus galerías y era muy feliz. Hasta que un día los humanos que habitaban la casa que estaba en sus dominios, tuvieron la insensata idea de adoptar una perrita . Desde ese infausto día, a Don Topo se le acabó la tranquilidad.

  Una mañana se asomó al montículo de entrada a su galería y se encontró un hocico justo en la puerta.
- Que mis ojos estén atrofiados no significa que no sepa que estás ahí - dijo Don Topo.
- ¿Cómo osas olisquear en mis dominios? - continuó diciéndole.
Mali, así se llamaba la perrita, respondió:
- Me gusta deshacer todos esos montoncitos de tierra.
- !!Muy mal!! tengo permiso para hacerlos - replicó Don Topo. - ¿ O no ves que aireo la tierra y como muchos insectos? -
- Tengo entendido que eres una plaga - dice Mali.
- !!Me confundes con un vulgar topillo!! Yo soy un topo en condiciones, de muy buena familia. Mis primos son el erizo y la musaraña. ? Te enteras ? -
- !!Ah bueno!! Pues entonces juguemos un rato, y ya no te destrozo tu casa.-
- No voy a jugar contigo, eres una perrita inmadura y bruta. Tienes el resto de la finca para jugar. Me voy a mis tareas que son muchas -  Antes de entrar en su casa  le dice:
- No olvides todo lo que te he dicho.- Enfurruñado, cierra la entrada con sus patas y masculla entre dientes. - Estas jovenzuelas. . . faltaría más.  Todavía hay jerarquías, sí señor. -

Desde entonces, Mali no se acerca a los dominios de Don Topo. Faltaría más. . .


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